Llevamos unos años viajando a diferentes países, y quien sabe, quizás por divertimento, por eficiencia de tiempo o simplemente por necesidad de organización, año tras año, viaje tras viaje, hemos ido elaborando una serie de guías «para consumo propio».
Hablando con amigos y conocidos, hemos ido compartiendo estas y siempre nos han animado a publicarlas para el interés general. «Tendríais que cobrar por ellas» nos decían, y bueno, lo cierto es que nos gustaría que todo el mundo disfrutase de estos viajes como nosotros hemos disfrutado preparándolos. Las recompensas, si son merecidas, ya vendrán.
Queremos empezar esta serie de guías, con un viaje difícil de olvidar. Nos remontamos a 2017, tal vez el primero de «los grandes viajes», si es que esta denominación resulta practicable, porque cualquier viaje, por pequeño que sea, puede acabar resultando una gran aventura.
Irlanda es una pequeña isla con dos países, Irlanda e Irlanda del Norte, el primero europeo y el segundo, parte del Reino Unido. Cuando nosotros viajamos, el Brexit todavía ni había nacido en los comederos políticos. Si hay algo que une a este territorio es la conducción, ambos territorios conducen por la izquierda. Fue la primera vez que conduje por ese carril, y lo cierto es que, dada mi zurdera, no acabó resultando tan exótico como podía parecer.
Si tuviera que definir esta región hablaría de verde, lluvia, cerveza, carreteras infinitas, orquídeas, estofados, castillos, acantilados, sensación de paz…
Un verde remanso de paz lleno de bellas estampas naturales
Pincha en el siguiente enlace para descargar esta ruta de 7 días en la que descubrir de este región